El municipio de Benahadux ha vuelto a convertirse en la capital vitivinícola de Almería con la celebración de la tradicional Cata de Vinos Artesanos, que ha alcanzado su 29ª edición. Este evento ha reunido a amantes del vino y en él han participado 14 caldos procedentes de la comarca del Andarax y de otras zonas de la provincia, como el Valle del Almanzora e incluso la vecina Granada.
Este encuentro es una de las tradiciones más arraigadas de Benahadux, ofreciendo una oportunidad para degustar la diversidad de vinos artesanales . Su origen se remonta a la primera cata realizada en la Cueva del Tío Eladio, un evento que desde entonces ha servido para reunir a la comunidad en torno al vino y sus raíces culturales.
El acto recuerda la importancia del vino como parte del patrimonio cultural de la provincia. Para muchos, la vendimia es un recuerdo de infancia y una celebración de la vida en comunidad, en la que el esfuerzo se transforma en un producto que representa historia, identidad y familia. El vino, más que una bebida, es un símbolo de arraigo y tradición, reflejo del trabajo de agricultores y artesanos que han mantenido viva esta herencia a lo largo de generaciones.
Así, más de medio millar de personas han disfrutado de una jornada de convivencia acompañada de vino, jamón, habas, tocino y postres. En el concurso para elegir el mejor vino, el jurado ha otorgado el primer premio a la Finca Ecológica Vadillo de Canjáyar, cuyo caldo ganador es una combinación de Cabernet y Tempranillo cultivado de forma ecológica. También han sido reconocidos los vinos de Antonio Aparicio, Pedro Miguel Sánchez y Pepe Zoyo, destacando la calidad y diversidad de los participantes en esta edición.