La calabaza ha sido un material clave en Almería para crear utensilios como lámparas, jarrones y juegos de café. En Alboloduy, Manuel Ayala conserva una valiosa colección de piezas talladas a mano en los años 70, cuando la calabaza era indispensable en los hogares rurales, antes de ser reemplazada por el plástico.
Manuel, que heredó calabazas de su abuelo, las conserva y cuida para que no se deterioren. Aunque ya no las fabrica en gran cantidad, sigue creando alguna pieza de vez en cuando, manteniendo viva una tradición que ha sido esencial en su comunidad.
El proceso de tallado comienza en marzo, cuando Manuel planta las semillas siguiendo la tradición del primer viernes de cuaresma. Después de cosecharlas en noviembre, selecciona las calabazas según su forma única y las talla con gran precisión, usando herramientas como limatones y soldadores para resaltar los detalles.
A lo largo de los años, ha expuesto su trabajo en varios lugares y en programas de televisión como Gente Hoy de TVE. Además de mostrar su arte, Manuel comparte la historia de la calabaza y su importancia en la vida cotidiana, preservando así esta antigua tradición.